El estudio incluye una serie de 26 conclusiones sobre los resultados obtenidos entre las que destacan las siguientes:
– La tasa de afiliación (altas en la Seguridad Social) de los egresados universitarios un año después de finalizar los estudios es del 43, 4% y cuatro años después es del 64, 4%, es decir, 20 puntos porcentuales superior.
– Las universidades públicas el primer año muestran una tasa de afiliación inferior a las privadas, aunque esta diferencia se va acortando con el paso de los años. Este hecho podría estar relacionado con la diferente oferta de titulaciones, el origen socioeconómico de los estudiantes y la vinculación de la universidad con el ámbito empresarial.
– Sólo uno de cada dos titulados universitarios afiliados ocupa un puesto de trabajo acorde a su nivel formativo y uno de cada cuatro está contratado para realizar trabajos de carácter manual para los que no se requiere ningún tipo de cualificación.
– Se observa un desajuste importante, teniendo en cuenta el grupo de cotización, entre el tipo de formación que demanda el mercado de trabajo y la elección formativa realiza por los estudiantes.
– La base de cotización de los egresados universitarios el cuarto año se sitúa en 23.735, 8 euros. No se incrementa significativamente respecto al primer año. Es necesario contextualizar estos datos en un periodo de crisis económica.
El informe se completa con cinco anexos, con los datos desglosados por titulaciones y años, sobre la tasa de afiliación a la Seguridad Social de los egresados universitarios del curso 2009-2010, el porcentaje de afiliados en el régimen de autónomos y la distribución de afiliados por cuenta ajena según el tipo de contrato, la base y el grupo de cotización.